lunes, 28 de julio de 2014

SILENCIO
La navaja,
es tu hermana,
o eso piensas todas las mañanas.
Intentas parar tus ansias,
de manchar de rojo las sabanas.
La adicción ha vuelto con ganas,
y no sabes cómo detener las voces que llaman,
y que te invitan a caer en sus garras.
Te levantas como puedes de la cama,
haces tus labores de casa,
empiezas a escribir un diario con lo que pasa,
pero no funciona nada.
Intentas pedir ayuda con la mirada,
pero nadie tiene tiempo de ver tu alma,
que llora perdida y sola,
en este mundo lleno de alimañas.
Pero un día cansada,
de la lucha encarnizada,
decides ser una macha mas
de esta sociedad tan macabra y solitaria.
Y pasas a formar lista,
de todas las personas que agotadas,

acaban ocupando una lapida.


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